sábado, 7 de marzo de 2009

Sobre la crucifixión y los crucifijos de Iruña-Veleia

Todavía, al día de hoy, no se conoce con seguridad la forma exacta, si es que sólo existió una, en que se crucificaba a los reos en época romana. Las distintas fuentes clásicas que nos hablan de crucifixiones, Tito Livio, Flavio Josefo, Séneca, etc... hablan de diferentes posturas entre los crucificados. Así se nos recuerda en la revista Humanitas, Nº 18:
“La crucifixión se practicaba de distintas formas. “Veo cruces en ese lugar -escribe Séneca- no todas del mismo tipo (non unius quidem generis), sino construidas de distintas maneras por unos y otros: hay quienes cuelgan a sus víctimas cabeza abajo (capite quidam conversos in terram suspendere), otros las empalan (alii per obscena stipitem egerunt), otros extienden los brazos sobre el patíbulo (alii brachia patibulo explicuerunt)” (Dial. 6, 20, 3). Así, los verdugos podían satisfacer su sadismo en las formas más feroces.”
“Flavio Josefo nos entrega un testimonio ocular de la crucifixión colectiva de un grupo de individuos que procuraban salir de Jerusalén, sitiada por las tropas romanas bajo el mando de Tito. “En el momento de la captura (...) eran flagelados, sometidos a toda clase de suplicios antes de morir crucificados delante de los muros. Tito se compadecía del sufrimiento de las víctimas, pero por ser demasiado numerosas -alrededor de 500 diarias- no era posible correr el riesgo de liberarlas o someterlas a vigilancia, de manera que autorizó a sus soldados para proceder de acuerdo a su propio criterio, tanto más por cuanto esperaba que el horrible espectáculo de las innumerables cruces indujera a los sitiados a rendirse. Así, los soldados, bajo el impulso del odio y el furor, ridiculizaban a los prisioneros, crucificando a cada uno de ellos en una posición diferente, y dado el número de los mismos, tanto el espacio como las cruces para los cuerpos eran insuficientes” (De bello iudaico 5, 449-451).”
Tradicionalmente, se ha pensado que se les crucificaba con las piernas extendidas, apoyando los pies en el “suppedaneum”, uno sobre otro, y atravesados por un clavo, de forma que una de las piernas quedaría levemente flexionada, y la otra perfectamente estirada. Esta es la forma usual de representar a Cristo crucificado en toda la iconografía conocida, con las piernas, a lo sumo, levemente flexionadas de frente.
Sin embargo, los estudios médicos sobre el fenómeno de la crucifixión, así como algún hallazgo arqueológico, han hecho replantearse estos conceptos, y en la actualidad se apuesta porque fuera mucho más probable y común, una postura con las piernas flexionadas lateralmente.
Se piensa que la tortura y muerte del crucificado, junto a otras causas, estaría relacionada con las dificultades respiratorias del ajusticiado, por lo que con las piernas flexionadas podría incorporarse mínimamente para respirar, pudiendo, de esta forma, alargar la agonía. En algunos casos, incluso se les proveía de el “aculeus” o “sedile”, palo en forma de cuerno colocado a la mitad del poste vertical, donde podían descansar el cuerpo, sentándose a horcajadas sobre él. Con las piernas extendidas, la muerte sería mucho más rápida. Éste sería el motivo por el que los legionarios rompían las piernas de los ajusticiados, acelerando su muerte, como se nos informa en los Evangelios que hicieron con los ladrones que acompañaron a Jesús en el Gólgota. Por otra parte, la flexión de las piernas no se haría de frente, sino de costado, de forma que el peso del cuerpo caiga en vertical y no hacia delante.
En este sentido, resulta paradigmático el hallazgo arqueológico, sucedido en 1968 y en Jerusalén, de los restos de un crucificado, únicos encontrados hasta la fecha, datados en el siglo I, y correspondientes a un individuo joven de alrededor de 1,67 metros de altura.
Lo más llamativo, para el tema que nos ocupa, es que se encontró uno de los clavos de sus pies, y éste no atravesaba la parte superior del mismo, sino el talón. De este hecho se han derivado diferentes teorías, aunque todas ellas coinciden en afirmar, que la postura del crucificado sería con las piernas flexionadas lateralmente, en “posición fetal”.
Para completar la información, os dejo una serie de links en los que se puede seguir el tema con mayor profundidad:
Arqueologos.org:
http://www.arqueologos.org/article.php3?id_article=141
Programa BBC (en inglés)
http://www.bbc.co.uk/religion/programmes/thepassion/
Programa BBC: La crucifixión (en inglés)
http://www.bbc.co.uk/religion/programmes/thepassion/articles/crucifixion.shtml
Estudio desde una perspectiva médica (en inglés):
http://www.rsm.ac.uk/media/downloads/j06-04crucifixion.pdf
Otro estudio, donde se aportan interesantes imágenes sobre la muerte de Jesús en la cruz (en inglés):
http://www.godandscience.org/apologetics/deathjesus.pdf
Estudio en castellano con interesante información sobre aspectos físicos de la crucifixión:
http://www.loseskakeados.com/joomla/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=6032
Lo interesante de este tema, en referencia a los crucifijos de Veleia, es que en estos, a pesar de su esquematismo, en todos los casos, salvo en dos ( uno de ellos es, paradójicamente, con el crucificado boca abajo), se intenta remarcar el ángulo formado por las piernas, flexionadas lateralmente.