lunes, 23 de noviembre de 2009

PERDON POR SER INOCENTE. Respuesta de Eliseo Gil al rodillo mediático e institucional del caso Iruña-Veleia.

Rueda de prensa convocada por Eliseo Gil Zubillaga, arqueólogo, exdirector de las excavaciones de Iruña-Veleia, el día 23 de Noviembre de 2009 (En Veleia.com, interesantes fotografías acompañando al texto):

PERDON POR SER INOCENTE. En respuesta al rodillo mediático e institucional del caso Iruña-Veleia.Rueda de prensa convocada por Eliseo Gil Zubillaga, arqueólogo, exdirector de las excavaciones de Iruña-Veleia.

Escribía hace un tiempo aquello de ‘Perdón por discrepar’, ahora dado el cariz que han tomado los últimos acontecimientos con la enésima reacción del rodillo mediático e institucional en el caso Iruña-Veleia, me veo obligado a declarar lo de ‘PERDÓN POR SER INOCENTE’. Siento sinceramente estropear la película a quien se la haya montado así, pero quien se dirige a Vds. NO HA REALIZADO NI UNO SÓLO de los centenares de GRAFFITI considerados controvertidos.Lo siento también por los contribuyentes, entre los que me incluyo, al saber que para hacer cuadrar esta especie de historia de terror psicológico, se han hecho y se van a hacer, según nos informa determinada prensa, más costosos informes a cargo del erario provincial. La lógica del guión de esta mala película es inexorable y aplastante. Les intentaré resumir sus principales argumentos tal y como yo los entiendo.El día 19 de noviembre de 2008 arranca un proceso trufado de irregularidades por el que acabo apartado de mi trabajo y con mi reputación profesional, laboral y personal, destruida, vía orden foral y medios de comunicación. Pero resulta ser que una cosa era la contundencia mediática y muy otra la realidad, por más que la ‘huida hacia delante’ de los responsables políticos del asunto, acabara con el caso ante los tribunales.¿Alguien se acuerda de la cuestión troncal de todo el asunto? ¿Le importa ya a alguien la falsedad o veracidad de los hallazgos de Veleia? Está claro que no, nos hemos quitado las caretas y se ha declarado la caza del hombre. Porque resulta que las pretendidas certezas de imposibilidad que fundamentarían todas las acciones emprendidas por la institución foral no han tenido el efecto deseado ante la judicatura. Así que, para qué esperar, se tiene el poder, se tiene además un fiel portavoz mediático, ¿por qué no utilizarlo? Es lo que ha debido pasar por la cabeza de la Titular de la cartera Foral de Euskera, Cultura y Deportes, ¿por qué no utilizar la estrategia que tan buenos frutos dio hace un año? Y así ha sido, ¿quién necesita a los jueces si ya se me ha juzgado en la calle a través de los medios, quién va a darme ahora crédito alguno si ya estoy sentenciado ante la opinión pública?Y es que los informes de la Comisión NO HAN DEMOSTRADO la imposibilidad de los hallazgos veleienses; menos aún, los informes de la Comisión NO HAN DEMOSTRADO que hubiera autores actuales de los mismos. De hecho sus argumentos de autoridad se han visto científicamente contestados a través de los informes que hemos aportado. Así que se necesitaba algo más sustancial, algo más pedestre y visualizable por la opinión pública. Y llegó la letrina, y nos enfangamos todos, un peldaño más en este albañal. Resulta ser que la institución querellante pretendía comparar la presunta mano autora de aquella réplica con la presunta mano que habría trazado los graffiti. Lo primero es que pasó por alto que la réplica es obra colectiva y que ha permanecido desde su creación al acceso del público, con miles de visitas a la misma, tanto en Veleia como en otros puntos de la geografía arqueológica peninsular.Toda una ‘prueba de cargo’ que se diría. Y además, mira que tenemos mala suerte, dirían los de la cosa foral, resulta que el peritaje encargado no es concluyente. Pues se encarga otro o los que se precisen, según nos informa la prensa, ¡que para eso se dispara con la pólvora del rey! Y ya tenemos el comunicado oficioso que el pasado sábado a alguno le debió de alegrar el día, pero cuyas consecuencias creemos son más serias de lo que se ha pensado. La opinión pública ya tiene al criminal identificado, algunos responsables institucionales habrán respirado tranquilos, algún medio de comunicación se habrá frotado las manos. Pero en ese retrato a la brocha gorda se han quedado algunos detalles ocultos…En primer lugar, la propia Comisión recoge la presencia de varias manos en los graffiti veleienses, ¿en qué quedamos entonces? ¿Será capaz de adoptar múltiples personalidades mi motor neuronal?En segundo lugar, a día de hoy nadie ha analizado muestras de mi escritura o grafismos no ya sobre papel, ni desde luego sobre madera, cerámica, ladrillo, hueso fresco, vidrio… pocas garantías parece tener ese peritaje y sucesivos. ¿Existirá algún experto grafólogo a este lado de los Urales o más allá que sea especialista en dichos soportes? Permítanme una sana duda al respecto. Habida cuenta también que la atribución de la autoría de la réplica por mi parte proviene del testimonio de unos extrabajadores de la empresa que participaron en su ejecución, lo lógico sería extender las periciales a todos los implicados, ya que recordemos que se señala que hay varias manos.Pero resulta que la réplica no es el camino, como su propio nombre indica pretende replicar modelos, en este caso de la Antigüedad. Está basada en textos de conocidos autores clásicos (Ovidio, Marcial, Juvenal, Cátulo y Plauto), todos ellos tomados de un único manual presente en la biblioteca de Veleia. Los textos tomados de dicho libro están en perfecto LATÍN CLÁSICO, lo que contrasta frontalmente con los de los hallazgos, como recoge la propia Comisión y que, según nosotros y otros expertos están en LATÍN VULGAR. Las letras de la letrina están tomadas del propio libro y de otros ejemplos de la antigüedad, ya que pretende ser una réplica didáctica.Una serie de detalles más sobre las inscripciones y grafismos de la letrina; en ellas no hay una sola “E” de dos palos, como las presentes en los graffiti, no hay errores gramaticales como los presentes en los graffiti, no hay un solo signo de interpunción como los presentes en los graffiti. En cuanto a los dibujos, se representa un soldado, un oficial tardorromano, con su indumentaria, fiel trasunto de la réplica de vestimenta de uno de los miembros de la Asociación de reconstrucción histórica de Iruña-Veleia, descendiendo al detalle de representar el pomo de la réplica de espada de la persona en cuestión. Huelga decir que NADA de esto está presente en los graffiti de Veleia, de la misma forma que en la réplica se exhibe la representación de un pene alado (un motivo tomado de la antigüedad) y que no está presente en ninguno de los controvertidos graffiti veleienses.Pero lo más lamentable es que toda esta cantinela era sabida por todos, incluyendo las personas que han testificado en mi contra y que, en mi opinión, son co-responsables de este nuevo e inútil gasto público, que no tiene otro objeto que denostar nuevamente mi imagen y obviar el problema de fondo, que científicamente los hallazgos veleienses tienen aún mucho que decir.Para terminar, aún a sabiendas de mi escaso eco, emprenderé todas las acciones que estén a mi alcance, tanto para defender mi inocencia, como para promover el debate científico y, a la vista de las numerosas irregularidades cometidas en mi opinión, pido la dimisión de la Titular de la cartera Foral de Euskera, Cultura y Deportes.

Eliseo Gil Zubillaga

lunes, 16 de noviembre de 2009

Breve historia de los castratti - Los castratti en la iglesia

La iglesia y la castración


Hasta la introducción de los castratti, las partes del cantus o soprano se dejaban a la interpretación de niños o falsetistas. Se cree que fue en las iglesias españolas donde se utiliza por primera vez a los castrados a modo de cantores. Estos fueron introducidos por los árabes en el siglo XII. Esto es demostrado por una bula del Papa Sixto V. Es además muy probable que los castratti Francesco Soto y Giacomo Spagnoletto cantasen en el siglo XVI en la capilla papal, aunque este dato no aparezca en los archivos del Vaticano. Hasta este siglo, la iglesia no se vio enfrentada al problema de la castración. Gregorio XIV y Clemente VIII trataron de embellezer la práctica de la castración, “legalizando” de esta manera los castratti que ya usaban, llamados hasta ahora “falsetistas”. A partir de entonces comenzó la época dorada de los castratti. Esta práctica estuvo bien vista por la iglesia hasta la llegada de Benedicto XIV en el siglo XVIII. A partir de este momento empezaron a tomarse medidas contra la práctica de la eviración, tales como la excomunión para aquel que realizase la intervención.

A pesar de estas medidas, los papas seguían sin excluir a los castrados de sus coros, y en los conservatorios se seguía formando a estos cantantes. Es por ello que se empezó a permitir a las mujeres subirse a los escenarios en los estados pontificios. Esta medida, unida a la decadencia de la enseñanza del canto en los conservatorios, llevó a la extinción de los castratti. Una vez retirados de escena los dos últimos castrados, la iglesia se vio sola ante el problema de los eunucos. Estos seguían formando parte de sus coros, y los mandatarios regionales no sabían que hacer con estos pobres desdichados a caballo entre el pasado y el presente. A finales del XIX, Lorenzo Perosi, director de la Capilla Pontificia, luchó enodadamente para que se excluyera a los sopranistas de la capilla. Tras varios debates, Leon XIII firmó la ordenanza que excluía a los castratti de la Capilla Pontificia. Alessandro Moreschi fue el último, el cual nos dejó además una grabación con su voz.

La situación de los castratti en las capillas de música.

Los coros, sobre todo la capilla papal, fueron muy celosos de sus castratti: los cuidaban bien, y aseguraban sus rentas para evitar que se marchasen en busca de fortuna a otro coro. Alrededor de 1780, solo en Roma, había empleados más de doscientos castratti. La incorporacion masiva de castrados a comienzos del XVII fue un acontecimiento sin precedentes, por lo que tampoco se pusieron muchas trabas. Pero el teatro era un reclamo muy jugoso para los cantantes. En San Marcos de Venecia, por ejemplo, los tenores y bajos eran los mejores pagados, pero con la llegada del fenómeno castratti, los mayores sueldos iban destinados a los castrados, de forma que las ofertas de los teatros se viesen contrarestadas. Aún así, muchas veces los cantantes de las capillas eran requeridos para realizar papeles, dejando de lado muy a menudo sus antiguos trabajos de cantores en las iglesias.

En la Capilla Sixtina, sin embargo, casi todos los cantantes eran sacerdotes o clérigos. Antes no era si, como ocurrió en el caso de Palestrina, que fue expulsado del coro por estar casado. Se sabe que en la Capilla Pontificia también se sufrieron periodos de crisis, ya que las ofertas realizadas por los empresarios teatrales eran inigualables por los coros eclesiásticos. Aún así, en esta capilla hubo grandes castrados. En 1622 cantó en ella Loreto Vittori, primer gran castrado italiano. Allegri, aunque fue un mediocre castrado, tuvo un gran éxito como compositor, destacando su famoso Miserere, que más tarde fue transcrito por Mozart. La Capilla solía tener 32 cantantes, 8 para cada voz. Todos los sopranos eran castrados, mientras que la voz de contralto la realizaban falsetistas. La mayoría de los cantantes eran italianos, siendo la española la segunda nacionalidad predominante. Todos entaban en torno a los 20 o 25 años de edad, residiendo en las iglesias de la ciudad y teniendo que abandonar el coro tras 25 años de servicio. Dependían de la protección de un cardenal, y eran dirigidos por un maestro elegido directamente por ellos. A parte de las vacaciones, tenían días libres, salvo los de precepto. Cantaban sobre todo en las misas del Papa y en ciertas ceremonias externas en la ciudad de Roma. A su vez, podían ser enviados a cualquier parte dentro de los estados
pontificios.


Bibliografía

P. BARBIER, Historia de los castrati, Buenos Aires, 1990

R. ALIER, Historia de la ópera, Barcelona, ma non troppo, 2002

PESCHEL, ENID RHODES, Medicine and Music: The Castrati in Opera , Opera Quarterly, 4:4 (1986/1987:Winter) p.21

Wistreich, Richard, 'La voce ? grata assai, ma...': Monteverdi on singing , Early Music, 22:1(1994:Feb.) p.7

KEYSER, DOROTHY, Cross-Sexual Casting in Baroque Opera: Musical and Theatrical Conventions , Opera Quarterly, 5:4 (1987/1988:Winter) p.46

Llorens i Cister, Josep Maria, La parte del 'Cantus' o soprano en la capilla pontificia, Anuario musical, 42 (1987) p.81

MEDINA, ANGEL, Los atributos del capón: imagen histórica de los cantores castrados en España, Madrid, Instituto Complutense de enseñanza musical, 2001